La monitorización prolongada vídeo-EEG se requiere para clarificar el diagnóstico de aquellos pacientes en los cuales el tipo de crisis o episodios que presentan no son claros desde el punto de vista clínico, por lo cual se requiere este estudio para confirmar o descartar el diagnóstico de epilepsia.
Es prácticamente un EEG (electroencefalograma) con video. Se puede registrar durante 1 hora o más, incluso en medios hospitalarios y en casos seleccionados se puede hacer durante varios días. Se utiliza entre otras cosas para corroborar la actividad clínica con la actividad bioeléctrica cerebral (crisis no epilépticas o epilepsias).